
Ya dijimos ayer que no se pueden dedicar a pagar los gastos corrientes y la razón es simple y prudente: son ingresos coyunturales que se producen una sola vez; si nos metemos en gastos permanentes, cuando se hayan consumido esos ingresos no podremos atender a aquellos gastos y habrá que dejar de prestar los servicios correspondientes.
Solo se pueden dedicar a sufragar gastos que se producen una sola vez o a inversiones, pero también con prudencia. Normalmente cada vez que se hace una inversión, se genera un gasto corriente: se invierte en un polideportivo y una vez terminado aparecen los gastos de mantenimiento; se construye un ascensor y ocurre lo mismo; se urbaniza un paseo nuevo, lo mismo; se abren nuevos parques infantiles y lo mismo…Entonces, ¿qué hacemos con ese dinero?
Lo más prudente es utilizarlo para sufragar inversiones que nos hagan disminuir los gastos corrientes, en lugar de aumentarlos. Si invertimos en reparar y modernizar nuestra red de suministro de agua potable, reduciremos las pérdidas que pueden alcanzar un 30% del consumo, reduciremos la factura municipal del agua y mejoraremos el servicio de su distribución.
En Muskiz, al igual que en otros muchos municipios, las aguas de lluvia y las aguas fecales circulan por las mismas tuberías; además de que las nuevas normas ya no lo permiten, esta situación genera que toda el agua de lluvia recogida debe ser transportada y tratada en las estaciones depuradoras, encareciendo el transporte y el tratamiento. Además, en caso de lluvias torrenciales se suelen atascar las arquetas y por ellas salen al exterior no solo las aguas de lluvia, sino también los restos fecales de nuestras viviendas y establecimientos. Este sería otra de las inversiones que nosotros recomendaríamos realizar cuando esos 22 millones de euros estuvieran disponibles.
Javi García.- Concejal