Ideas básicas para conseguir un Ayuntamiento transparente y
participativo.
La corporación municipal está formada por el "equipo de
gobierno + la oposición"; ponemos un signo "más" porque la
corporación debería trabajar como un grupo en el que se suman las aportaciones
de unos y otros, ya que, al menos en teoría y de boca, todos compartimos el
mismo objetivo "trabajar por el bien de nuestro pueblo".
El equipo de gobierno tiene el derecho y el deber de
gobernar y la oposición tiene el derecho y el deber de fiscalizar la labor del
primero. Para que la oposición pueda ejercitar ese derecho y cumplir con ese
deber necesita disponer de la información adecuada que exista y se maneje
dentro del Ayuntamiento.
El alcalde tiene la obligación de facilitar las tareas de la
oposición y por tanto, debe trabajar para dar la oportunidad de que
se construya un espacio de verdadera cooperación, contraste de ideas,
aportación de sugerencias y por supuesto en el que se puedan hacer las críticas
que la oposición juzgue oportuno formular sobre las decisiones y actuaciones
del equipo de gobierno. No siempre tendrá razón, pero seguro que algo habrá de
valor.
La oposición no puede ni debe andar mendigando o
"robando" la información de la que juzgue oportuno disponer para
ejercer su labor de oposición; la información del Ayuntamiento no es propiedad
del equipo de gobierno ni del alcalde, es del pueblo y por tanto debe estar a
disposición de quienes han sido elegidos por el pueblo. El alcalde debe
establecer unas normas y unos procedimientos para que la información fluya a
todos los concejales que la requieran. Por supuesto que a éstos se les debe
exigir un uso leal y correcto de esta información, lo que no significa
practicar el "secretismo" más que en aquellos casos en que las
circunstancias lo exijan.
El alcalde debe permitir el acceso de los concejales de la
oposición, con voz pero sin voto, a las reuniones de la Junta de Gobierno. El alcalde debe restringir los asuntos que se traten en la
Junta de Gobierno, debe transferir la mayoría de éstos a las correspondientes
comisiones informativas (que deben ser abiertas para todos los vecinos sin
necesidad de cita previa) para que posteriormente se aprueben en los plenos a
la luz y la vista de todos.
El alcalde debe instituir la "junta de
portavoces", con reuniones sistemáticas, en la que informe formalmente a
la oposición de sus planes de gobierno, así la oposición no se enterará por los
medios de comunicación de lo que pasa o puede pasar en su pueblo, la oposición
puede aportar ideas, seguro que siempre enriquecedoras, a los planes del
alcalde, y seguro que el pueblo saldrá ganando.
Los grupos políticos de la corporación, equipo de gobierno y
oposición, son adversarios políticos, no enemigos políticos, y el alcalde debe
propiciar un ambiente en el que esto se pueda hacer realidad; si algún grupo de
la oposición no quiere aceptar esta forma de funcionamiento se auto-excluirá y
se convertirá en "enemigo político", pero será su opción y que el
pueblo juzgue y decida.