Por desgracia para todos los
ciudadanos la verdad y la palabra no son bien tratadas por los políticos. Se
maltrata a la verdad con su ocultación, con las medias verdades, con las
mentiras. Existe una forma muy sutil de maltratar a la verdad mediante el embuste,
que es una especia de mentira pero disfrazada con artificio.
El miércoles pudimos asistir al
debate de los candidatos a estas próxima elecciones autonómicas en ETB ¿Sirvió
para aclarar posturas? ¿Sirvió para decantar el voto ciudadano en un sentido u
otro? ¿Qué era lo que perseguían los “contendientes”?
El Correo presentaba la noticia en
su portada de esta forma, “López y
Basagoiti intentan acorralar a Urkullu, que evita el cuerpo a cuerpo”. Deia
digital la recogió con cierta frialdad “Un debate sin choques y muy económico”. Parece que ha habido
coincidencia en la falta confrontación.
Soy seguidor habitual de José Luis Zubirreta y me
ayudó a abrir los ojos cuando en uno de sus comentarios hace ya unos cuantos
meses decía que cuando los políticos debaten entre sí, no buscan esclarecer la verdad
sino contentar a sus correspondientes parroquias. La verdad maltratada y
sacrificada al voto
¿Para qué sirve la palabra, para aclarar, para
establecer lazos o para confundir y construir muros? Los políticos no son
buenos maestros a seguir en el uso de la palabra y en el trato con la verdad.
¡Qué tristeza! ¿Estará aquí la causa profunda de la
desafección a la política y a los políticos? Yo creo que sí.
A Abraham Lincoln se le atribuye esta frase:”Puedes engañar a
todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no
puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.
Javi García.- Concejal