
A
nuestro alcalde le gustaba decir aquello de “Ayuntamiento abierto y
participativo”, pero sus decisiones han ido siempre en sentido contrario.
Nada
más hacerse cargo de su puesto convirtió a las comisiones informativas de
abiertas a todos, en “semicerradas”, hay que pedir permiso y si no lo te lo dan
no puedes acudir, así mismo, clausuró los Foros de Participación Ciudadana.
A
renglón seguido se ha negado a convocar de manera sistemática a la Comisión de
Seguimiento de la Actividad de Petronor, (pretende que se reúna una vez al año
y se niega a invitar a la misma a Meatzaldea Bizirik).
Con
el cambio de legislatura, el Consejo Asesor de Planeamiento está sin
constituirse, hay que nombrar al vicepresidente y a los nuevos vocales que son
nuevos concejales. En el Pleno del 19 de abril se ha negado a debatir una
moción propuesta por los tres grupos de
la oposición sobre este particular.
En
la misma sesión votó en contra de la moción, también presentada por los tres
grupos de la oposición, sobre un Plan de Empleo Municipal, en la que se incluía
entre otras propuestas, la creación de un Consejo Municipal para el Empleo.
Nos parece que nuestro alcalde tiene miedo a la participación
ciudadana, síntoma de debilidad. En el siglo XVII se creó el concepto político
del despotismo
ilustrado, que se enmarcaba dentro de las monarquías absolutas, (por ejemplo, Borbones de Francia y de España), que
pertenece a los sistemas de gobierno del Antiguo Régimen europeo,
y cuyo lema era: “Todo para el pueblo,
pero sin el pueblo”.