El 23 de enero
pasado, la Junta de Gobierno Local acordó por unanimidad contratar el proyecto
para un aparcamiento aéreo en El Crucero. El encargó recayó sobre el arquitecto
vitoriano Joan Palmés Mordillo por un importe de 17.840,60 €, IVA excluido. (El
arquitecto ha entregado el proyecto y ha pasado una factura de 21.051,91 €, IVA
incluido).
Los terrenos objeto
de este proyecto están situados entre El Crucero y San Martín, en la parte
trasera del edificio en que estuvo la “Renault” y colindantes con el río
Kotorrio.
La Oficina Técnica
Municipal, a petición de Por Muskiz, Bai,
ha emitido un informe en el que, tras hacer unas consideraciones sobre la
calificación del suelo, la normativa y las afecciones sectoriales, dice que estos
terrenos se encuentran “dentro de las
líneas de inundabilidad del arroyo Kotorrio” y concluye, “el proyecto de aparcamientos en superficie “El
Crucero”, contraviene la clasificación urbanística, usos y ordenación pormenorizada
del suelo”. Así de sencillo y contundente.
Se ha llegado a
esta situación en una cadena de despropósitos a cual más chapucero: empezando
por el promotor de la idea, Gonzalo Riancho, siguiendo por el alcalde que la ha
consentido, después la Junta de Gobierno Local que toma un acuerdo sin
consultar a la Oficina Técnica Municipal, y finalmente el arquitecto señor
Palmés que redacta un proyecto ignorando las condiciones y limitaciones de los
terrenos elegidos.
Así se sencillo y
de vergonzoso, más 20.000 euros tirados a la basura ¿Quién se ha beneficiado de
este despilfarro? ¿Por qué el alcalde le consiente esos “caprichos” a su socio
de gobierno? ¿Para esto sirve el acuerdo secreto de gobierno PNV-EA?