miércoles, 20 de mayo de 2015

Cuatro años de política municipal

Hace cuatro años Por Muskiz, BAI  comenzamos la andadura política municipal

En mayo de 2011, los vecinos de Muskiz nos dieron un respaldo más que satisfactorio, logramos 483 votos y un concejal. Por tan solo 39 votos no conseguimos el segundo.
Nos presentamos a aquellas elecciones con cuatro principios fundamentales: Participación ciudadana, Transparencia en la gestión, Justicia ambiental y desarrollo sostenible y Cumplimiento de la legalidad.

No ha sido una andadura tranquila, ni sosegada, ni pacífica, pero estamos satisfechos de lo que hemos logrado, lo que nos anima a continuar con nuestra presencia en la vida municipal de Muskiz.

Desde el principio, nos propusimos realizar una oposición profesional y leal con nuestros votantes y nuestro pueblo y a convertirnos, si fuese preciso, en la conciencia democrática del equipo de gobierno. Las irregularidades detectadas por nuestro concejal pronto nos obligaron a ser esa conciencia.
Pudimos comprobar la ligereza y frivolidad con que se usaban y gastaban los dineros públicos. Lo primero que detectamos fue una factura de 30.000 euros pagada en junio del 2011 por el anterior alcalde y hoy socio del PNV en el gobierno municipal, cuando ya sabía que había perdido la alcaldía y en contra del informe del interventor. Al final del 2012 habíamos identificado 10 irregularidades en la gestión municipal, siete de claro contenido económico y tres de alcance urbanístico; algunas habían tenido lugar en la legislatura anterior y otras, las más, eran cosecha del actual alcalde.

A pesar de las trabas que el alcalde nos ponía para acceder a la información, conseguimos la documentación necesaria y se la presentamos en una reunión en febrero del 2013 pero rechazó nuestras propuestas de solución y decidimos acudir a los tribunales.
Todas las irregularidades de carácter económico, menos una, están hoy en los juzgados. Para dos de ellas ya ha habido sentencias que han sido favorables a nuestras demandas.
Todas las denuncias presentadas en los Juzgados están basadas en hechos reales y probados con documentos oficiales del Ayuntamiento, acuerdos del pleno o de la junta de gobierno, o documentos registrados en el registro municipal.

El trabajo realizado por nuestro concejal Javier García ha sido objeto de crítica continua por parte del equipo de gobierno (PNV y Gonzalo Riancho). En uso de su libertad de expresión, nos han insultado con medias verdades o con inexactitudes. Los descalificativos son siempre los mismos, se repiten escrito tras escrito: “burda manipulación”; “calumnia e infamia”; “desprestigiar la gestión municipal”; “ausencia de sentido democrático”; “único objetivo de deteriorar la imagen del Ayuntamiento”; “impedir, mediante demandas judiciales, que el Ayuntamiento siga avanzando”…

También amigos del equipo de gobierno y algunos funcionarios del ayuntamiento han intentado disuadirnos de nuestra labor política municipal. En junio de 2013 denunciamos que el alcalde había pagado a estos últimos del orden de 90.000 € extras por un plus de productividad, años 2012 y 2013, contraviniendo las normas sobre la congelación de las retribuciones de los funcionarios. El juzgado de lo Contencioso-administrativo se ha pronunciado con una sentencia que anula los decretos del alcalde y le ordena recuperar el dinero pagado de manera indebida. La sentencia no es firme, el alcalde la ha recurrido, pero en primera instancia se reconoce que nuestra denuncia estaba fundada.

Algunos de los funcionarios defendieron su derecho a cobrar ese dinero de manera muy poco democrática. Por ejemplo, acorralaron a nuestro concejal y miembros del grupo a la entrada al pleno del 10 de octubre de 2013, obligándolos a pasar por un pasillo formado por los funcionarios, mientras cantaban el Cara al Sol haciendo el saludo fascista. Lo repitieron de pie en el salón de plenos. Un representante sindical de los funcionarios intervino en el turno de ruegos y preguntas del público para insultar, amenazar e injuriar, repitiendo lo que venía publicando día tras día en las redes sociales. El alcalde consintió todo, sin que en ningún momento  llamara al orden por proceder de aquella manera contra un concejal, aunque fuera de la oposición. Desde octubre de 2013 han estado colgados en el tablón sindical del Ayuntamiento  unos escritos anónimos con insultos, injurias e incluso amenazas. También están las fotografías de nuestra candidatura a las elecciones de mayo del 2011 y durante meses tuvimos chinchetas sobre nuestros rostros, ¿con qué significado?

El colmo de la operación de acoso y derribo del alcalde contra Por Muskiz, BAI ha sido el intento de cerrar la lonja de La Cendeja en la que nos reunimos los miércoles. El PNV nos ha convertido en “enemigo político” y pretende negarnos el derecho fundamental de reunión y el de expresión. Ningún grupo político del municipio, incluido el PNV, tiene esta licencia porque los partidos políticos no necesitan licencia de actividad para reunirse. También en esta ocasión hemos tenido que acudir al juzgado para defender  un derecho fundamental como es el de reunión. La policía local ha vigilado desde el exterior nuestras reuniones, incluso haciendo fotografías. Han realizado 11 informes. La policía local carece de estas competencias.

En marzo de 2014 el jefe de la policía local presentó en los Juzgados una denuncia contra nuestro concejal por supuestos delitos de injurias, calumnias y desobediencia a resolución de junta de gobierno basándose en un artículo publicado el 14.03.2014 en El Correo, por el periodista David S. Olabarri, cuyo título decía “Policías de Muskiz vigilan reuniones clandestinas de la oposición”. Finalmente el tribunal ha absuelto a nuestro concejal.

Además de lo anterior, también su familia y otros miembros del grupo han sido objeto de denuncias por delitos que no lo son, insultos en redes sociales, daños en coches…

Se han perdido todos los valores ciudadanos, ya no se respeta a nadie ni nada.

A un alcalde se le exige que gobierne para su pueblo. Gobernar supone tomar e implantar decisiones. Llevar las decisiones a buen puerto exige ejercer la legítima autoridad, sin fáciles concesiones a intereses ajenos a los de los propios ciudadanos.
Ejercer de alcalde es algo más que despilfarrar el dinero en obras faraónicas para satisfacer la avaricia de ingenierías y constructoras, o algo más que esconder la cabeza debajo del ala para no proteger a los vecinos frente a las agresiones urbanísticas y medioambientales de algunas empresas.

El alcalde por competencias indelegables es el jefe de personal del Ayuntamiento y el jefe de la policía local. Por responsabilidad política, el alcalde tiene que velar por el honor de todos los concejales que forman parte de la corporación que preside.

Muskiz necesita un alcalde que le gobierne para atender y responder a los intereses de sus ciudadanos y no para satisfacer a otros intereses  de partido o empresariales.

Por Muskiz, BAI somos vecinas y vecinos del pueblo que pensamos que la gestión municipal se puede hacer de otra manera, más participativa, más legal, más transparente, más protectora del medio ambiente y la salud pública, con una gestión económica más eficaz.

Creemos en las personas y el valor que sus opiniones y capacidades tienen para contribuir positivamente en el bien común. La sociedad actual y futura necesitan un cambio en la forma de gestionar lo público, el Ayuntamiento, el urbanismo, la cultura, los dineros, la educación, los asuntos sociales y el medio ambiente.

Ahora es el momento de dar el cambio. Por Muskiz, BAI y nuestro candidato a alcalde, Javi, estamos preparados para trabajar por ello. Hagamos posible lo necesario.