miércoles, 15 de abril de 2015

La refinería. 3ª parte.Control datos de cabinas. Picos de tóxicos.

Las tres cabinas de las que hablábamos en el blog anterior están conectadas a la RED DE VIGILANCIA DE LA CALIDAD DEL AIRE DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA VASCA.
    - La cabina situada en la estación del tren en Muskiz, gestionada por el Departamento de Medio Ambiente y que a día de hoy sigue sin realizar todos los controles establecidos en dicha Autorización  ya que no mide ni CO (Monóxido de Carbono) ni PM2,5 (partículas de 2,5 micras).
 - La cabina situada en San Julián, gestionada por la refinería. Sólo personal de la refinería o contratado por la misma tiene acceso al interior de la cabina.
 - La cabina de Abanto, situada junto al Ayuntamiento de Gallarta, gestionada por el Departamento de Medio ambiente.
  1.  

A lo largo de los años desde su instalación, ha habido muchas incidencias en la refinería que han ocasionado el vertido de gases y humos a la atmósfera cargados de sustancias tóxicas para el medio ambiente y la salud. En muchas ocasiones, los datos de las cabinas han dejado de ser publicados en los días de los incidentes y en otras, a pesar de que ha habido picos de productos calificados como carcinógenos, no se ha considerado importante.

Pondremos un ejemplo reciente de estas dos últimas semanas. Desde hace tiempo, antes de la parada plurianual de Petronor, padecemos episodios de olores y problemas de diferente sintomatología vinculados a los picos de BTX (benceno, tolueno y xileno) que registra la cabina de San Julián. Petronor inició la parada a mediados de enero y finalizó en marzo, comenzando el arranque de unidades a partir del 23 de dicho mes. Era de esperar que los problemas de los picos sufridos desapareciera después de las mejoras anunciadas por la empresa a través de los medios de comunicación hablados y escritos, pero no ha sido así. Todo ha empeorado y sufrimos picos más frecuentes y más altos llegando un día a 151 de tolueno, casi 100 de xileno y 32 de benceno, todo ello a la vez.

Lo más incomprensible e inaceptable es que hemos avisado de estos picos al Ayuntamiento de Muskiz, y él a Medio Ambiente de Gobierno Vasco desde el ocho de abril, aportando los datos de cabinas para que se actúe en consecuencia. El Técnico Asesor de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Muskiz nos dice que él no puede hacer más que mandar nuestros correos  al Gobierno Vasco. La información que sobre competencias municipales figura en la web de Medio ambiente de GV dice que el ayuntamiento tiene más obligaciones de las que reconocen los técnicos municipales. Pueden participar en la gestión de salud pública aunque a nivel primario y en los casos en los que se den posibles incumplimientos de las industrias a las que conceden licencias.

Desde el ocho de abril en que comenzaron los picos,  la situación ha ido a peor alarmantemente. Independientemente de que se apliquen los criterios de límites a exposiciones agudas y se superen o no, sabemos que esos criterios, como en el caso del benceno, no contemplan la exposición simultánea a varios COVs sino que consideran exposiciones a ese contaminante concreto.
Según la ATSDR,  ninguno de los tres COVs con picos alarmantes es inócuo. El benceno es carcinógeno y el xileno y tolueno son patógenos, generadores de patologías diferentes de cáncer pero patologías al fin y al cabo. Igual no nos morimos de cáncer pero podemos hacerlo de una insuficiencia respiratoria o cualquier alteración más.

El día 8 se mandó al Ayto de Muskiz la tabla de registros de la cabina de San Julián con picos que llegaban a 64,07 en tolueno; 44,05 en xileno y 20,38 en benceno con varias horas de picos en todos ellos. Los días siguientes se registraron picos pero más bajos.
El día 12 el tolueno registró valores de 71,35 y 111,71; el xileno llegó a 69,35 y el benceno a 19,03 con varias horas de picos en todos ellos también. Se mandó mail al Ayto el domingo para que el lunes lo viesen nada más llegar al trabajo.
El día 13, pese a que el Ayto y el Dep. de Medio Ambiente estaban informados desde primera hora, se produjeron los siguientes registros: 151,33 de tolueno; 92,49 de xileno y 35,82 de benceno.

Es decir, la situación ha empeorado, pese a estar informados los órganos con competencia en el control de Petronor.

Es evidente que algo no va bien en la refinería y que la población está siendo afectada sin que se determine por donde salen esos gases y por qué. Según el Ayto, ellos no tienen información de Petronor de estar sufriendo ninguna anomalía. Puesto que el problema lleva días, este hecho, si se confirmara una incidencia, sería en sí mismo suficiente para abrir un expediente sancionador.

Consideramos fundamental lo siguiente:

  • Determinar origen y causa de las emisiones.
  • Adoptar las medidas correctoras necesarias para que la población dejemos de sufrir los episodios de los que estamos siendo víctimas estos días.
  • Valorar la posible acción o consecuencias de estas exposiciones analizando los datos sanitarios: incidencia en ambulatorios, afecciones que hayan sufrido un incremento etc
  • Determinar si la empresa  pudo incurrir en incumplimiento de la AAI.


Los valores reflejados en las tablas de los registros son valores medios, lo que quiere decir que los picos son mayores en realidad. Además, nadie puede garantizar que en otro punto de San Julián, por las condiciones que fueran, no se produzcan concentraciones mayores, lo que quiere decir que pueden existir momentos y lugares donde las personas estén expuestas a niveles mayores que los reflejados en las cabinas.

Los datos de las cabinas son indicativos, en este caso, de que existe un problema importante pero no reflejan, por lo mencionado anteriormente, la magnitud real del problema,  puesto que en sí puede ser mayor de lo que indican las cabinas.

Estos datos no corresponden a emisiones difusas y van a peor cada día.