Las tres cabinas de las que hablábamos en
el blog anterior están conectadas a la RED DE VIGILANCIA DE LA CALIDAD DEL AIRE
DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA VASCA.
- La cabina situada en la estación del tren en
Muskiz, gestionada por el Departamento de Medio Ambiente y que a día de hoy
sigue sin realizar todos los controles establecidos en dicha Autorización ya que no mide ni CO (Monóxido de Carbono) ni
PM2,5 (partículas de 2,5 micras).
- La cabina situada en San Julián, gestionada por
la refinería. Sólo personal de la refinería o contratado por la misma tiene
acceso al interior de la cabina.
- La cabina de Abanto, situada junto al
Ayuntamiento de Gallarta, gestionada por el Departamento de Medio ambiente.
-
A lo largo de los años desde su
instalación, ha habido muchas incidencias en la refinería que han ocasionado el
vertido de gases y humos a la atmósfera cargados de sustancias tóxicas para el
medio ambiente y la salud. En muchas ocasiones, los datos de las cabinas han
dejado de ser publicados en los días de los incidentes y en otras, a pesar de
que ha habido picos de productos calificados como carcinógenos, no se ha
considerado importante.
Pondremos un ejemplo reciente de estas
dos últimas semanas. Desde hace tiempo, antes de la parada plurianual de Petronor,
padecemos episodios de olores y problemas de diferente sintomatología
vinculados a los picos de BTX (benceno, tolueno y xileno) que registra la cabina
de San Julián. Petronor
inició la parada a mediados de enero y finalizó en marzo, comenzando el
arranque de unidades a partir del 23 de dicho mes. Era de esperar que los
problemas de los picos sufridos desapareciera después de las mejoras anunciadas
por la empresa a través de los medios de comunicación hablados y escritos, pero
no ha sido así. Todo ha empeorado y sufrimos picos más frecuentes y más altos
llegando un día a 151 de tolueno, casi 100 de xileno y 32 de benceno, todo ello
a la vez.
Lo más incomprensible e inaceptable es
que hemos avisado de estos picos al Ayuntamiento de Muskiz, y él a Medio
Ambiente de Gobierno Vasco desde el ocho de abril, aportando los datos de
cabinas para que se actúe en consecuencia. El Técnico Asesor de Medio Ambiente
del Ayuntamiento de Muskiz nos dice que él no puede hacer más que mandar
nuestros correos al Gobierno Vasco. La
información que sobre competencias municipales figura en la web de Medio ambiente
de GV dice que el ayuntamiento tiene más obligaciones de las que reconocen los
técnicos municipales. Pueden participar en la gestión de salud pública aunque a
nivel primario y en los casos en los que se den posibles incumplimientos de las
industrias a las que conceden licencias.
Desde el ocho de abril en que comenzaron
los picos, la situación ha ido a peor
alarmantemente. Independientemente de que se apliquen los criterios de límites
a exposiciones agudas y se superen o no, sabemos que esos criterios, como en el
caso del benceno, no contemplan la exposición simultánea a varios COVs sino que
consideran exposiciones a ese contaminante concreto.
Según la ATSDR, ninguno de los tres COVs con picos alarmantes
es inócuo. El benceno es carcinógeno y el xileno y tolueno son patógenos,
generadores de patologías diferentes de cáncer pero patologías al fin y al
cabo. Igual no nos morimos de cáncer pero podemos hacerlo de una insuficiencia
respiratoria o cualquier alteración más.
El día 8 se mandó al Ayto de Muskiz la
tabla de registros de la cabina de San Julián con picos que llegaban a 64,07 en
tolueno; 44,05 en xileno y 20,38 en benceno con varias horas de picos en todos
ellos. Los días siguientes se registraron picos pero más bajos.
El día 12 el tolueno registró valores de
71,35 y 111,71; el xileno llegó a 69,35 y el benceno a 19,03 con varias
horas de picos en todos ellos también. Se mandó mail al Ayto el domingo para
que el lunes lo viesen nada más llegar al trabajo.
El día 13, pese a que el Ayto y el Dep.
de Medio Ambiente estaban informados desde primera hora, se produjeron los
siguientes registros: 151,33 de tolueno; 92,49 de xileno y 35,82 de benceno.
Es decir, la situación ha empeorado, pese
a estar informados los órganos con competencia en el control de Petronor.
Es evidente que algo no va bien en la
refinería y que la población está siendo afectada sin que se determine por
donde salen esos gases y por qué. Según el Ayto, ellos no tienen
información de Petronor de estar sufriendo ninguna anomalía. Puesto que el
problema lleva días, este hecho, si se confirmara una incidencia, sería en sí
mismo suficiente para abrir un expediente sancionador.
Consideramos fundamental lo siguiente:
- Determinar origen y causa de las
emisiones.
- Adoptar las medidas correctoras
necesarias para que la población dejemos de sufrir los episodios de los que
estamos siendo víctimas estos días.
- Valorar la posible acción o consecuencias
de estas exposiciones analizando los datos sanitarios: incidencia en
ambulatorios, afecciones que hayan sufrido un incremento etc
- Determinar si la empresa pudo incurrir en incumplimiento de la AAI.
Los valores reflejados en las tablas de
los registros son valores medios, lo que quiere decir que los picos son mayores
en realidad. Además, nadie puede garantizar que en otro punto de San Julián,
por las condiciones que fueran, no se produzcan concentraciones mayores, lo que
quiere decir que pueden existir momentos y lugares donde las personas estén
expuestas a niveles mayores que los reflejados en las cabinas.
Los datos de las cabinas son indicativos,
en este caso, de que existe un problema importante pero no reflejan, por lo
mencionado anteriormente, la magnitud real del problema, puesto que en sí puede ser mayor de lo que
indican las cabinas.
Estos datos no
corresponden a emisiones difusas y van a peor cada día.