Como el alcalde no es capaz, de momento, de dar contenido a las sesiones de los plenos ordinarios, solo los ruegos y preguntas de las concejalas y concejales de la oposición y los del público asistente, logran dar contenido a estas reuniones. Si fuera por las propuestas del alcalde, el pleno del jueves 8, lo hubiéramos liquidado en 10 minutos.A los ruegos de la oposición, el alcalde no contesta, los oye, tal vez los escucha, y se acabó. A las preguntas y peticiones de la oposición responde siempre son evasivas y “largas cambiadas”, jamás con una respuesta de compromiso y además no acepta la réplica.
Con los ruegos, preguntas y peticiones del público, es un poco más condescendiente, pero solo desde el lado formal, acepta las réplicas, a veces entra en diálogo directo con la persona que lo interpela, pero el contenido de las respuestas es el mismo, evasivas y “largas cambiadas”: “lo vamos a mirar”; “lo estamos estudiando”; “cuando tengamos respuesta la comunicaremos”; “eso no depende de nosotros”; “hemos llamado a la delegación”; “hemos escrito una carta a la Diputación; etc. Y siempre lo mismo.
En este pleno que comentamos, entre el público asistente y la oposición, se le hicieron al alcalde más de 25 preguntas, en ninguna de las respuestas que dio incluyó ningún compromiso. A veces incluso se recurrió a las medias verdades, que utilizadas por quien ostenta el poder siempre se convierten en las peores de las mentiras.
Y para remate de estas actuaciones, el alcalde perdió los nervios y los papeles en la última pregunta que se le formuló. Esto es lo que nuestro alcalde entiende en la práctica por “un ayuntamiento abierto y participativo”.
Javier García.- Concejal