Seis municipios lideran la protesta por «los privilegios de Bilbao, que se reserva desde 2005 un 38% del total, aunque haya perdido población»
El Correo (Margen Izquierda), 16 Nov 2016.- JESÚS J. HERNÁNDEZ
A veces Bizkaia pide cuentas a Bilbao. Sucederá, por ejemplo, en los próximos días, cuando los alcaldes independientes hagan público su malestar con el reparto «injusto y desigual» de Udalkutxa. Los seis regidores que militan en candidaturas ajenas a los grandes partidos, señalan que «necesitamos una financiación más justa» y piden con urgencia «cambiar el modelo». Zalla, Etxebarri, Orozko, Abadiño, Carranza y Zarátamo comparten una exigencia que «comparten también otros muchos alcaldes, que ven cuánto lo necesitan sus vecinos pero se ven obligados a seguir las instrucciones de arriba». Señalan a la cúpula de los dos partidos que tiñen el mapa de Bizkaia con sus colores: el PNV y EH Bildu.
No es la primera vez que los ayuntamientos critican el reparto. Aquellos coeficientes fijados en la norma foral de 2005 que regulan la principal fuente de financiación municipal y que tienen en cuenta la población, la presencia de servicios y hasta de playas, entre otros aspectos. Así se alumbra la aportación a cada uno siempre vinculada a la previsión de recaudación anual de la Diputación. Cuando no coincide, y eso sucede habitualmente, se liquida la diferencia. La importancia de Udalkutxa puede resumirse gráficamente en que, de cada 100 euros que ingresan las Haciendas vascas, 70 se entregan al Gobierno vasco y 30 a las diputaciones forales. Y de esos 30, algo más de la mitad –el 56%– es la entrega a los consistorios a través de Udalkutxa. Es decir, una caja que guarda el 16% de todo lo recaudado en el territorio.
En esta ocasión, los alcaldes independientes señalan «una clara desigualdad, que además se acrecienta cada año». Hablan de Bilbao. «Bilbao absorbe el 38,20% de los fondos cuando tan solo tiene el 30% de la población de Bizkaia», explican. La capital vizcaína es la única que no está sujeta a los misterios de la baremación. «Se le reserva el 38% del total y esos millones de euros le corresponden a la capital vizcaína para 2017. 230 millones recibiría Bilbao si se le aplicase la misma ponderación que al resto de municipios, según los independientes, 71 millones menos.
“Podía tener sentido a principios de siglo, en un momento de reconversión de la ciudad y cuando había que potenciarla como tractor del territorio pero no ahora, con menos población y cuando muchos de los sobrecostes que padecía entonces ya están soportados por cada Ayuntamiento».
Hay datos llamativos. «Si se aplicaran a Bilbao los mismos criterios que al resto recibiría en 2017 unos 230 millones de euros, 71 menos que los que tendrá», destacan. Con el porcentaje que tenía en 2002 la diferencia sería de 18 millones y la media del resto crecería un 3%. Los independientes enviarán sus demandas a Eudel, a Hacienda, al Consejo Vasco de Finanzas y a las Juntas.
«Cuando la previsión foral es demasiado optimista, quienes salen perjudicados son los ayuntamientos. Para 2017 el impacto será en torno al 10% y eso cuando la aportación anual también ha bajado». Javi Portillo, alcalde de Zalla, echa cuentas en su caso concreto. Devolverán el año que viene 400.000 euros de los 5,3 millones que recibieron y en 2017 serán menos: 5.1. «¿Por qué a Bilbao se le da de comer aparte? ¿Por qué no hay ponderación, que es un criterio objetivo? En Álava y Gipuzkoa el modelo es más justo», apunta. Se suma Loren Oliva (Etxebarri). «Esta metodología nos produce mucha incertidumbre, a diferencia de otros territorios», asegura. Para Etxebarri supondrá «un año sin inversiones, inversión cero, solo mantener». Y, mientras, la distancia con Bilbao se agranda. «No queremos un conflicto con la capital sino una reflexión. Parece que hay ciudadanos de primera y segunda. Bilbao percibe 870 euros por vecino y el resto 600».
Riesgo compartido
En Orozko, Josu San Pedro, comparte la preocupación. «Para nosotros, 140.000 euros que te los descuentan el siguiente año. Quitaremos inversiones porque los servicios básicos no los vamos a tocar. Pero esto frena un montón y es injusto. Bilbao quizá puede recibir más pero no tanto». El caso de Abadiño es palmario. Devolverá 440.000 euros y «con un reparto más justo estaríamos en paz», detalla José Luis Navarro. «Todos saben que tenemos razón pero otros obedecen a sus partidos y nosotros solo a los vecinos».
La posición habitual de la Diputación ha sido recordar que se trata de un modelo de «riesgo compartido». Pero fuentes próximas admiten que en el Palacio foral son conscientes de las ansias de cambio y que esperan al tiempo oportuno para consensuarlo. Aprobada en abril la ley municipal, con la de aportaciones encima de la mesa y la nueva foto de la cartera de servicios a fin de año, todo apunta a que ese momento podría no estar lejos.
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