Las noticias sobre
los escándalos políticos y de los políticos inundan los medios de comunicación:
el PP con el caso Bárcenas, una parte del caso Gürtel; el caso Baltar en
Orense; antes fue el PSOE con el caso FILESA y ahora con los ERE´s en Andalucía;
el caso Campeón; Convergencia Democrática de Cataluña, está “enmerdada” en el
caso Pallerols; la familia Oriol
está siendo objeto de investigación judicial y policial, etc., etc.
También aquí en
nuestra Comunidad hemos tenido y tenemos “casos”, no hay más que leer y
escuchar a los medios de comunicación: la Hacienda de Gipuzkoa en Irún; el caso
de la Inspección de Hacienda en la Diputación Foral de Bizkaia, con sentencia
firme del Tribunal Supremo; “pelotazos” urbanístcos en Miñano y Zambrana; el
tratamiento fiscal diferenciado a los jugadores del Athletic; el chalet del
cuñado de Patxi López; la planta de purines en Karrantza; el vivero de empresas
en Gordexola; el sueldo del alcalde y de los concejales en Sondika; el intento
de “pelotazo” en el antiguo camping de la playa, etc. ,etc.
Como decía
recientemente Josep Ramoneda en El País, “El
trapicheo permanente entre política y dinero aleja a los políticos de la
ciudadanía y mancha enormemente su imagen”. Estamos asistiendo de manera
generalizada a la privatización de lo público, con el corolario del
clientelismo, y a la aparición de un “poder invisible” que nos quiere gobernar
y manejar para su provecho crematístico. Todo ello está amenazando seriamente a
nuestro sistema democrático.
Es preciso
recuperar la política con “mayúsculas”. Sin partidos democráticos no puede
haber democracia y los presidentes de los partidos se han convertido en
dictadores dentro de su organización.
La corrupción económica
a costa del erario público es absolutamente intolerable. Las cuentas tienen que
estar claras y visibles.
Es necesario
recuperar y construir un amplio ejercicio de la responsabilidad ciudadana. Es
preciso pensar mucho más en los demás.