Un alcalde debe dirigir la “maquinaria” municipal para resolver cada vez mejor los problemas cotidianos de sus conciudadanos: la oficina municipal debe funcionar como un reloj, la policía municipal debe garantizar la seguridad ciudadana, hay que garantizar el suministro diario de agua de calidad, recoger y tratar las aguas residuales, recoger y retirar las basuras, limpiar los edificios municipales, limpiar las calles, las aceras, el alumbrado debe funcionar todas las noches, etc., etc. Muchas cosas hay que conseguir que funcionen todos los días y a todas las horas, se lo debemos a nuestros vecinos que nos eligen para ello y que además pagan sus impuestos.También hay que mantener, reparar y mejorar caminos, ríos arroyos, aceras, parques infantiles, alumbrado público, cambiar barandillas, plantar flores, cementerios, escuelas públicas, biblioteca, espacios públicos, etc., etc. Todo eso está muy bien, pero…
Pero todo esto que es necesario hacer, cada día un poco mejor, no es suficiente. A un alcalde hay que exigirle que piense en el futuro, que planifique el futuro, que vaya encontrado soluciones a problemas que ya están planteados o que se van a plantear. Si no se hace esto, el municipio se estanca y va para atrás como el cangrejo.
Nuestra hoja de ruta más importante para construir este futuro va a ser el PGOU, lo que no es obstáculo para que se vayan aportando, indicando, ideas de futuro. En nuestra organización hemos hecho parte de este trabajo y el 29 de febrero entregamos en el registro del Ayuntamiento algunas de estas ideas y proyectos de futuro. El viernes 8 de marzo tuvimos la oportunidad de presentárselas al alcalde y ahora queremos abrir una serie de artículos para presentarlas a todo el pueblo.
