
Desde
el 21 de junio, el equipo del PNV dispone de más de tres millones de euros
para poder abordar sus grandes proyectos: ascensor, ampliación del
polideportivo, arreglos en la calle Autonomía, mejoras en el barrio de La
Rigada, en la plaza del Meatzari,… y todo esto está parado.
La
concejalía de Urbanismo ha estado un mes “fuera de juego”. Ha regresado el
pasado lunes 16, diciendo que tiene que ponerse al día y mientras tanto se
sigue retrasando la apertura de la pasarela de Pobeña.
El
lunes 16 de julio no se convoca a la comisión informativa de Hacienda y nadie
ofrece ninguna explicación. Lo mismo ocurre con la de Cultura el lunes 23 y
tampoco hay ninguna información.
El
domingo 22 se inauguran las visitas guiadas al castillo de Muñatones y no hay
ninguna representación institucional.
El
lunes 23 se celebra el último Consejo Rector de Forlan antes de las vacaciones
y el presidente no acude.
El
mismo lunes 23 se celebra sesión de la comisión informativa de Acción Social y
no asiste ningún concejal del PNV.
Tal
vez, esta sensación de abandono pueda ser fruto de las merecidas y necesarias
vacaciones, pero cuando se tienen responsabilidades municipales, aceptadas
libre y voluntariamente, hay que hacer frente a las mismas. No nos parece
aceptable que coincidan en su período de vacaciones el alcalde y el 1º teniente
de alcalde. Las cosas hay que organizarlas de otra manera.